El Mapa Futuro Del Cristianismo

por Padre John McCloskey

A juzgar por las actuales tendencias de crecimiento, el centro de gravedad del cristianismo se está desplazando al "Sur" (África, Asia, Latinoamérica). En antiguas y actuales tierras de misión se extiende una fe cristiana vigorosa, con un fuerte avance de grupos pentecostales. El contraste con Occidente se completa con la persistencia de prejuicios anticatólicos, particularmente en Estados Unidos. Uno y otro tema estudia el historiador norteamericano Philip Jenkis en sendos libros recientes.

Philip Jenkins, prestigioso profesor de la Penn State University (Estados Unidos), es quizá el más destacado analista actual en materia de tendencias religiosas. Aunque es historiador, su competencia en el uso de estadísticas lo acredita también como sociólogo. De ahí que los medios de comunicación suelan recurrir a él para que comente asuntos controvertidos.

En los últimos años, Jenkins ha publicado dos libros importantes: The New Anti-Catholicism(1) y The Next Christendom(2), ambos editados por Oxford University Press.

El cristianismo se inclina al "Sur"

En la segunda de estas obras aborda el tema más fascinante: ¿hacia dónde irá el cristianismo en los próximos cincuenta años? Jenkins habla en términos demográficos y geográficos, aunque sin duda tiene en cuenta la cuestión de qué rama del cristianismo crecerá. Usa los términos "liberal" y "conservador", más que "ortodoxo" y "heterodoxo", pero el significado es claro para el lector atento. Jenkins mismo, ex católico pasado a la Iglesia episcopaliana, no consigna su actual confesión religiosa, sino que mantiene una fría objetividad, como historiador que es. El libro ha estado entre las obras de religión más leídas en el año.

Jenkins dice: "Durante los últimos cinco siglos, más o menos, la historia del cristianismo ha estado inextricablemente unida con la de Europa y las civilizaciones de origen europeo en ultramar, sobre todo en Norteamérica. (...) Según el estereotipo, los cristianos no son negros, ni pobres ni jóvenes. Si eso fuera cierto, entonces la creciente secularización de Occidente solo puede suponer que el cristianismo vive sus últimos días. En el conjunto del mundo, la fe del futuro sería el islam. Pero en el siglo pasado, el centro de gravedad del mundo cristiano se ha trasladado se modo inexorable al sur: a África, Asia y Latinoamérica".

Asombra ver cuán pocos cristianos serios plantean sus actuales esfuerzos de evangelización pensando en el futuro que desearían para la fe. En Occidente, muchos se limitan a lamentar el triste declive de la práctica religiosa entre los católicos y a mantener una actitud defensiva para salvar lo que queda de la cultura cristiana en sus países. Otros, en los países en desarrollo, se contentan, y no sin razón, con sobrevivir a la miseria económica y social en que se encuentran, y están más pendientes del premio que les espera en la vida eterna que del crecimiento y el influjo de la fe

Ahora bien, el anticatolicismo nunca desaparecerá, ni en Estados Unidos ni en ninguna otra parte: al fin y al cabo, la fe, como la Cruz, es un signo de contradicción. Este libro, con todo, es una excelente exposición de sus raíces, historia y estado actual en Estados Unidos.

Philip Jenkins y el sociólogo Rodney Stark, de Baylor University (ver reseña de su libro The Rise of Christianityen el servicio 77/97) son dos eminentes investigadores norteamericanos en temas religiosos, y como tales los reconocen los medios de comunicación de su país. En sus libros muestran los efectos benéficos del cristianismo en la civilización y la cultura a lo largo de los siglos, a la vez que pacientemente desmenuzan los muchos malentendidos, mitos y puras mentiras que arrojan los enemigos del cristianismo. Es alentador encontrar dos investigadores tan renombrados que defienden con las armas de la ciencia el gran bien que la Iglesia ha hecho y continúa haciendo en favor de la familia humana.

First appeared in Aceprensa - March 2004 issue.