Dante Alighieri: Divina Comedia Y Espiritualidad Divina
Crítica literaria por el Padre John McCloskey
Poco antes de comenzar un partido de "Squash" hace poco en el siglo pasado, mi contrincante, que también es autor y crítico, mencionó una encuesta realizada por el prestigioso Suplemento Literario del Times en la cual, se les preguntó a los críticos literarios prominentes que citaran las más grandes obras de literatura del milenio recién pasado. "Adivina quien ganó", me dijo mi amigo. Yo le contesté sin la menor vacilación "La Divina Comedia del Dante". Tenía razón. Si tan sólo los juegos de "Squash" me hubieran salido tan bien.
Si dicha encuesta hubiera sido sobre libros espirituales, La Divina Comedia hubiera salido igualmente bien. Esa es la opinión que sostiene Robert Royal, ex vicepresidente del Centro de Políticas Públicas y Etica y actualmente presidente del recién fundado Instituto de Fé y Razón, en su libro "Dante Alighieri, Divina Comedia y Espiritualidad Divina" (Crossroad, New York, 1999). Este libro que es el más importante que ha escrito su autor, refleja claramente la labor de años de lectura del Dante, y también de su dedicación a la vida interior. Es parte de la excelente serie de Crossroad, Legado Espiritual, editada por John Farina. El Dante calza perfectamente bien con otros autores que se estudian en la serie, tales como Benito, Agustín, Francisco de Asís, C.S. Lewis y Tomás de Aquino.
Como guía propia nuestra, a la guía espiritual de la Divina Comedia, Royal comienza con un resumen: "La Comedia relata cómo, en medio de su vida, el poeta se encuentra perdido en una selva oscura de error y pecado. En su desesperación, busca el regreso a la senda correcta y a la vida verdadera en Dios. Su búsqueda lo lleva a cruzar los reinos del Infierno, Purgatorio y Paraíso hasta llegar a la Visión Beatífica. Por el camino, el Dante va encontrando pecadores, penitentes, almas que se han salvado -algunos grandes y reconocidos personajes de la historia o de su propia época, otros espíritus humildes, desconocidos más allá de sus pequeños círculos de amistades y conocidos".
Luego Royal traza el itinerario espiritual del Dante a través de los Novísimos del Purgatorio y del Infierno hasta alcanzar la cumbre de la Visión Beatífica en el cielo, explicando las circunstancias históricas, teológicas, filosóficas y personales tanto del autor como de su era. Sin embargo, siempre el énfasis principal está en la "espiritualidad divina" que satura a este gran poema y lo hace "Divino", un título escogido por poetas posteriores impresionados de su logro. Utiliza una técnica que normalmente se aplica a la Sagrada Escritura, para explicar los diversos "sentidos" del texto: literal, alegórico, moral y anagógico.
Los cristianos serios deben vivir en este mundo de forma tal que estén preparados para el próximo. El Dante nos permite echarle un vistazo. Al leer el libo, llegué a pensar que Royal cree que el itinerario espiritual del poema puede no haber sido imaginario sino real. Dice Royal: "El significado literal de este poema puede muy bien ser el de un viaje que realizó el Dante más allá de nuestro mundo ordinario". De ser así, entonces el Dante es un verdadero místico, que podría incluirse entre los más grandes autores y sintetizadores espirituales de la Alta Edad Media, tales como Santo Tomás y San Buenaventura.
El quid de la cosa está en saber si uno vive para esta vida o para la próxima. Si uno cree y vive para la vida venidera con sus premios prometidos por Dios, entonces uno se vuelve inconquistable en esta vida. Se da cuenta que es pasajera y que al final, después del Juicio Final, sólo quedarán Dios, cielo e infierno: "Vivir es Cristo; y morir es ganancia". En parte, esta es la razón por qué La Divina Comedia y la interpretación que le da Royal son tan importantes. Si toda nuestra vida no es más que una preparación para la próxima, que es eterna, necesitamos desesperadamente guías que nos ayuden a alcanzar nuestra meta. Como el propio Dante lo afirma en lo que probablemente es el inicio más famoso de una obra literaria cristiana "En medio del camino de la vida, perdido me encontré en selva oscura". (Traducción al Inglés de Longfellow). Como guías encuentra primero a Virgilio y luego a Beatriz. Nosotros contamos con muchas guías, siendo la principal, por supuesto, la Iglesia de Cristo.
En este nuevo siglo plagado de promesas, pero cada vez más manipulado por las élites, y después de haber sobrevivido varios sustos del milenio, a los ciudadanos del mundo se les presenta una serie de alternativas binarias: Pro Dios, contra Dios; la vida como don de sí misma o la vida como egocentrismo; creencia en la verdad objetiva a la cual se somete el hombre o el juicio privado para crear nuestra propia "verdad"; a favor de Cristo y su Iglesia o en contra. Y así sucesivamente. Sabemos que el Papa prevé "una nueva evangelización" y "una civilización del amor y la verdad". Por otra pare, después de un siglo de matanzas y genocidio, los distribuidores del mal que quisieran ser dioses han dado el paso final de la rebelión. Quieren interferir con la propia creación de Dios por medio de la manipulación genética para revertir los efectos del pecado original, principalmente la muerte, al margen de la ayuda de Dios.
La ciencia teológica de la escatología, el estudio de las Ultimas Cosas, no ha recibido mucho énfasis en los últimos cuarenta años. En los documentos del Concilio Vaticano II se hace muy escasa mención a la muerte, juicio, infierno, gloria y purgatorio, aunque sí se les da más espacio en el Catecismo de la Iglesia Católica. Recientemente sin embargo, Juan Pablo II examinó estos temas en una serie de catequesis de los miércoles, causando no poca controversia por la mala interpretación que se hizo de sus palabras de que "el infierno es más que simplemente un lugar".
En última instancia, lo que es importante acerca de este poema y de este excelente libro, es el énfasis que se da al libre albedrío y lo importantes que son nuestras decisiones morales. Con la gracia de Dios, somos nosotros los que determinamos nuestro propio destino. La directriz espiritual esencial que imparte La Divina Comedia, a juicio de Royal es el significado que el Dante sacó para aplicar a su vida normal después de su viaje sobrenatural: "el amor que llena el universo y cómo nosotros, o encontramos armonía en ese amor o nos oponemos al amor de Dios dañando la creación, a nosotros mismos y a los que nos rodean".
Al comienzo de una nueva era cristiana y de lo que esperamos será "la nueva primavera de la Iglesia", el Dante y Royal nos recuerdan una vez más, la hermosura de las verdades cristianas y su aplicación a nuestras vidas, tanto la temporal como la eterna. Sólo mediante de una vida llena de oración, basada en los Sacramentos, podemos alcanzar un día esa visión cara a cara del "amor que mueve el sol y las estrellas".