Doce Pasos para Adictos a la Televisión
por Padre John McCloskey
¿Es la televisión un problema en tu hogar? La familia típica Americana ve mas de siete horas de televisión al día. Desde un punto de vista Católico, esto viene a ser no simplemente una cuestión sobre el uso del tiempo libre, pero también un caso de moralidad.
Una axioma de teología moral tradicional es el tratar de nunca ponernos en ocasiones de pecar. Y de seguro se puede decir que el contenido abrumador de la programación de la televisión actual no tiene una influencia positiva en sus espectadores. Esto no refleja de ninguna manera considerable, excepto accidentalmente, un punto de vista Católico sobre el sentido de la vida.
Con su énfasis implacable en violencia, permisivismo sexual, glamour, frivolidad y la búsqueda implacable por la acumulación de bienes y placeres efímeros, podríamos decir que ciertamente es uno de los mayores promotores de la "cultura de muerte" a la cual se refiere el Papa Juan Pablo II. ¿Que es lo que podemos hacer para controlar, si no eliminar, nuestra adición a la "droga que se enchufa"?
- Tirar la televisión. Primero, calcula el numero total de horas que se pasa su familia viendo la televisión cada semana. Luego imagina como ese tiempo podría ser empleado constructivamente. ¿Cuantos libros se podrían leer, aficiones (hobbies) o habilidades se podrían adquirir, museos que visitar, música seria que escuchar, dominar un instrumento musical, obras corporales o espirituales de caridad que se podrían realizar, reuniones familiares que se podrían tener o simplemente tareas escolares que se podrían realizar mas eficazmente?
- Muy bien, tal vez no estes preparado para la abstinencia repentina y absoluta. Considera el mantener la televisión guardada bajo llave y en un lugar alto. La televisión es una substancia peligrosa, no como el alcohol o una pistola. Los padres deberían guardar la llave.
- Deberá de haber solo una televisión en el hogar. Es impensable el permitir a un niño el tener fácil acceso a una substancia peligrosa como lo es una televisión puesta en su recámara sin supervisión de un adulto.
- Los programas de televisión que se ven deberían ser limitados y ser generalmente educativos, o al menos entretenidos de tal manera que sean formativos para una familia Católica.
- Generalmente, los programas de televisión deberían ser vistos por la familia entera. Esto asegurara su decencia, promoverá unidad familiar y permitirá que se pueda discutir sobre las diferentes reacciones ante el programa visto.
- El cambio constante de canales esta estrictamente prohibido. Nadie en la familia se deberá sentar en la sala, y preguntar en voz alta, "Me pregunto que están pasando en la televisión hoy por la noche" y comenzar a cambiar canales.
- Nunca usar la televisión como niñera. Lee a tus hijos y ábreles sus imaginaciones hambrientas. Ya vendrá el día en el que te agradecerán con efusividad por tu cuidado amoroso de sus mentes y sus corazones en el momento en el que ellos no sabían distinguir.
- Nunca uses la televisión como un premio por una tarea escolar hecha o trabajo domestico realizado.
- Si, si puedes usar la televisión como un instrumento educativo. Ve la biblioteca publica local o a la tienda de videos, o subscríbete a catálogos de videos y renta o compra esas películas o series de televisión que formaran el carácter de tus niños en virtudes de acuerdo a tus estandartes, no a los de MTV. Haz un plan para el calendario académico o el anual para los programas de los sábados por la noche en compañía de familia y amigos.
- Evita el pertenecer a la "iglesia de lo que esta pasando en la actualidad." Por lo general, acude a los periódicos para que tus hijos obtengan las noticias leyendolos (con dirección apropiada ya que los periódicos pueden tener enfoques o tendencias particulares). El leer un periódico o una buena revista les permite el considerar con cuidado y el reflexionar en los hechos en lugar de tan solo ser dicho que es lo que se debe considerar como importante por una "cabeza parlante" en las noticias televisadas.
- Como regla general, la televisión no deberá verse durante las comidas. Las comidas, aparte de sus aspectos nutritivos, son ocasiones maravillosas para las familias para compartir experiencias y crecer en unidad. Dado el estilo acelerado de la vida actual, las comidas son muy seguido la única oportunidad (diaria) que tiene toda la familia para estar juntos.
- El "Nintendo" y "Sega Genesis" están fuera. Los juegos de video no deberían ser permitidos en el hogar. Si la televisión es como la mariguana, entonces los videos son como la heroína. Nunca se había perdido tontísimo tiempo por tan poca cosa.
Cristo, no tu programa favorito debería de estar en el corazón de la familia. ¿Después de todo, que ganara una familia si esta "entretenida a morir" pero tiene perdida su alma?
Primero publicado en Ediciones Palabra (Madrid, España) en mayo de 1996.
First appeared in Ediciones Palabra (Madrid, Spain) in the May, 1996, issue.